Jorge Cerdán

Taytacha Qoyllurit’i 2025

Cada año, Cientos de Peregrinos acuden al santuario del señor de Quyllur Rit’i. Las bajas temperaturas, no es un obstáculo para aquellos que inician la caminata de los 8km hasta la Hoyada del Sinakara. La fe está por encima de todo. Los tres días festivos, las Comparsas y Naciones bailan sin parar. Este año, la nieve envolvió el lugar, como símbolo de bendición. Los lugareños comentan que después de quince años, nieva en estas épocas del solsticio andino. La nevada no fue un obstáculo, al contrario, se continuo con ese mismo jubilo hasta el día central. Día y noche las danzas y los rezos se fusionan y se encomiendan al tayta Quyllur Rit’i y a los Apus tutelares, los cuales vigilan la Hoyada del Sinakara. El camino de regreso se convierte en una promesa de devoción. Hasta el siguiente año.
El primer año con la Nación Quispicanchis.
Es la 1:30 de la madrugada del martes 17 de junio y mientras todos celebran el día central del Tayta Quyllur Rit’i, la Nación Quispicanchis, una de las más antiguas, inicia su caminata hacia el nevado Colque Punku (5000 m.s.n.m. aprox). La trayectoria es de subida y no es nada fácil, especialmente, si uno no está acostumbrado. Un poco de alcohol, hojas de coca y prueba de fe, nos hace sacar fuerzas para seguir hacia el campamento donde se encuentran reunidos las demás delegaciones de la Nación Quispicanchis. A las 3:00 am es la reunión general en lo alto de nevado. Los miembros de la N. Quispicanchis descansan en medio del frio del glaciar y esperan al amanecer para poder ser bendecidos por el nevado, que es, considera un Apu sagrado. Se sacan los sombreros y se inicia el proceso de los rezos y deseos de fe, el cual, se unen con la religión de la cosmovisión andina. Este fervor sagrado es plasmado en la cruz, en lo alto del nevado. Una vez terminado el ritual sagrado, todos los miembros de la N. Quispicanchis bajan jubilosamente con banderas en alto y cruzando los nevados hacia el templo del señor de Quyllur Rit’i. Ellos Son bendecidos nuevamente y la cruz es guardada sigilosamente hasta el iniciar el recorrido de las 24 horas. Algunos se retiran con el deseo cumplido y otros se inician en esta peregrinación sagrada, pero todos miramos hacia los nevados y nos prometemos hacia nosotros mismos, volver el siguiente año.

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El Cristo de Churubamba

Antonio Robles o Toño para los amigos, lleva aproximadamente 20 años escenificando la pasión y muerte de Jesucristo. El, junto a su elenco están comprometidos en su sagrada misión: Representar lo más realista posible, los pasajes bíblicos de Jesús. Como cada año, Toño asume su papel con mucha pasión y es sometido a duras pruebas físicas. Ser azotado a latigazos, ser arrastrado por un caballo, cargar una cruz pesante y clavos de acero incrustados en la parte intermedia de los dedos en la crucifixión. Estas son las duras pruebas que pasa el actor. El cristo de Churubamba, ubicado en el departamento de Huánuco en Perú, es considerado como una de las escenificaciones más extremas y realistas de América latina. Antonio al final del último acto (crucifixión) se descompone, producto del gran esfuerzo físico actoral que representa los pasajes de penitencia de Jesucristo. Junto a él, un equipo de paramédicos lo acompaña en su recorrido. Al final del día es llevado de emergencia a la posta medica del poblado de Churubamba. Su recuperación es lenta, pero su compromiso de fe está intacto, hasta el siguiente año. Antonio Robles es profesor de arte en un colegio de secundaria en Huánuco, es un padre dedicado a su familia y siempre brinda ayuda social a lo más necesitados en su pueblo.

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Llique , el Takanakuy del Perú profundo

Llique, es un poblado perteneciente al distrito de Santo Tomas en la provincia de Chumbivilcas en el departamento del Cusco. El Takanakuy, que traducido en quechua significa, “Golpear con el puño”, es más rural en esta parte del Perú profundo. En medio de una festividad grande, van llegando los peleadores de todas las edades y géneros. Hombres, mujeres y niños de varias comunidades participan sin medir las consecuencias de los golpes. Las vestimentas se relucen en todo su esplendor junto con la música de la Wayliya. Los hombres se lucen con sus máscaras de animales ancestrales y las mujeres con las vestimentas que brillan al ras de la luz del sol. Esta fusión costumbrista se refleja en los pasos que sacan polvo durante el baile de combate. Los cruces de puños son más violentos, las disputas terminan en sangre. El público alienta a los contrincantes a no rendirse y soportar el tiempo de lucha. Los Ronderos ponen orden ante cualquier circunstancia de violencia. Con chicotazos, imponen la ley y hacen retroceder a toda persona que les desobedezca. Al final del día, los contrincantes de todas las edades y géneros se estrechan la mano, dando, el ejemplo de respeto, perdón y unidad entre ellos mismos. El canto de la Wayliya sigue, y los peleadores(a) danzan en medio del júbilo del campo, sin testigos y alejados de las obligaciones diarias de la ciudad.

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Takanakuy

El Takanakuy es una festividad ancestral que se celebra cada 25 de diciembre, principalmente, en los diferentes distritos de la provincia de Chumbivilcas en el departamento del Cusco. Esta pelea antigua se ha extendido con el tiempo por las provincias del departamento de Apurímac, Huancavelica y Arequipa. La palabra “Takanakuy” significa “golpear con el puño”. La tradición tiene sus orígenes en el «Taki Unguy», que fue una resistencia religiosa y cultural ligada a la dominación española. Los luchadores están conformados por hombres, mujeres y niños. Se calientan con danzas y cantos llamados, Wayliyas y su vestimenta está conformada por usar máscaras ancestrales de animales y prendas de cuero. Los duelos o peleas durante el Takanakuy son para arreglar viejas rencillas, conflictos con la tierra o la cosecha y en ocasiones por problemas de amor o amistad. Pueden golpear y lanzar patadas, pero está prohibido golpear a un oponente cuando está en el suelo. Las peleas pueden durar 30 segundos o 2 minutos, máximo. El combate generalmente tiene lugar en un terreno plano donde hay espacio para los espectadores. Se llevan a cabo dentro de un círculo, que se abre cuando una persona quiere participar. Cualquiera puede luchar. Está prohibido usar zapatos con piezas de acero o tener objetos afilados en las manos. Los Ronderos, actúan como árbitros, siempre revisan los zapatos y las manos de las personas. Ellos son miembros de las Rondas campesinas, organizaciones de autodefensa principalmente activas en el Perú profundo. Su papel principal es detener la lucha tan pronto como vean que una persona está dominada por la otra. Cabe recalcar, que el Takanakuy es una celebración de la comunidad y una manifestación de valentía en medio de un campo de combate a puño limpio. Al final del día, los contrincantes de todas las edades y géneros se estrechan la mano, dando, el ejemplo de respeto, perdón y unidad entre ellos mismos.

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Un hogar para los gatos

Alonso Segura, ex ministro de Economía, profesor y director de la carrera de finanzas en la Pontificia universidad La Católica, es un constante protector y rescatista de gatos en estado de abandono.
El profesor Segura es el fundador del albergue “Alamichi”, en el cual, junto a su equipo se encarga de rescatarlos, alimentarlos y que vivan en espacios cómodos. Segura es ‘padrino’ de cerca de 80 gatos que ayuda a mantener en los ‘depamichis’, espacios alquilados y acondicionados con todas las comodidades para los mininos. Esta acción noble ha hecho que muchos gatitos sean adoptados en hogares responsables. Alonso tiene una gran conexión con ellos y es parte de su familia.
“No hay semana en la que no rescatemos gatos, por eso es muy importante conseguir adoptantes, contar con hogares temporales, seguir participando en ferias y espacios públicos para la adopción responsable, e incorporar más voluntarios para el trabajo logístico que implica».
Alonso Segura /Director de la carrera de Finanzas PUCP.

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Daniela D.

ARCHIVO DEL AÑO 2018. Daniela Darcout tiene 23 años y es cantante de salsa a tiempo completo. Son las 11:30 pm y se alista para los cuatro conciertos que tendrá esa noche. Una rutina de trabajo muy trajinada para su corta edad. Tiene un talento innato en la voz, pero también una gran responsabilidad: “Dar la mejor fiesta a su público”. Pista libre y algo de frio se dirige con su auto a la discoteca. Su presencia no pasa desapercibida, firmas de autógrafos, selfies, un saludo cordial, etc. son cosas que ella cumple con sus seguidores. Resguardada por su seguridad, raudamente, pasa al siguiente evento y así sucesivamente con el horario ajustado y un poco atrasado. Baila y canta con mucha energía durante sus presentaciones, los fanáticos se contagian de eso. La madrugada pasa precipitadamente y ella logra acabar los cuatro eventos de esa noche. Cansada y algo estresada se dirige descansar a su departamento, para luego seguir al día siguiente, la misma rutina agitada. A consecuencia de toda esta costumbre laboral, este año (2018) se le diagnostico problemas en las cuerdas vocales y esto hizo que se alejara temporalmente de los escenarios. No se sabe en cuanto tiempo retornara. En el 2024 Daniela Darcourt revelo que fue diagnosticada con depresión moderada: “Me refugié en la música y mi trabajo”

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