Giancarlo Alva ,el rehabilitador canino
Para Giancarlo Alva un ex militar de 38 años y padre de familia el amor hacia los perros, no tiene límites. Desde hace un tiempo tiene una misión muy importante: Rehabilitar canes con conductas agresivas. Giancarlo sufrió un accidente vehicular y perdió una pierna. Esto no fue impedimento. El apoyado con sus muletas, camina y hasta sube cerros para realizar su trabajo. Para Giancarlo, a pesar de ser una persona con discapacidad esto no es un obstáculo para realizar su labor, al contrario, lo hace con el sumo compromiso de ayudar a las familias que pasan por estos problemas. El, antes de poder entrar al domicilio de la familia y ver el caso del can, conversa primeramente con ellos. ¿Desde cuándo tiene el comportamiento el perro?, ¿Sufrió alguna agresión, antes?, son preguntas fundamentales antes de ver al perro y comenzar con la rehabilitación. Para lograr esta difícil tarea, Giancarlo utiliza métodos para que el can se tranquilice. Ocupa su territorio y mediante su voz fuerte, utiliza palabras y movimientos tácticos para que el perro se inmovilice y se relaje. Mayormente cuando Giancarlo inicia este proceso, el can hace movimientos bruscos que un primer momento son difíciles de controlar. El graba el proceso de rehabilitación al can con el objetivo de concientizar a las personas, de que, los perros con conducta agresiva no son un peligro, si no, que tienen un proceso de rehabilitación y puedan tener una segunda oportunidad con mucha responsabilidad y convertirlos en perros sociables.
Giancarlo, después del accidente vehicular que le hizo perder una pierna, tuvo un difícil proceso de recuperación, no se rindió y siguió adelante. La prótesis de su pierna es un claro ejemplo de ello. En su depresión por lo ocurrido, Giancarlo en su dolor escucho la palabra de Dios. Él lo guio y le dio las fuerzas para encomendarle esta misión humanitaria: El de ayudar a rehabilitar perros y tengan una mejor vida.
Posdata: Giancarlo tiene un centro de rehabilitación canina llamado “Patitas Felices” en Ancón. Él trabaja ahí con sus hijos, quienes también tiene la pasión por cuidar a los perros.