Estallido social en Chile

El país sureño atravesó por una de sus peores crisis en su historia. El detonante de estos sucesos fue el alza en la tarifa del sistema de transporte público de Santiago, que entró en vigencia el 6 de octubre de 2019. Tras ello, miles de estudiantes secundarios se organizaron para realizar actos de evasión masiva en el metro de Santiago. El reclamo de una pensión digna y el cambio inmediato del sistema económico en el país, también trajo como consecuencia el estallido de indignación en la población. En los días posteriores se intensificó las marchas y cada vez el enfado nacional iba creciendo. Ante estas graves situaciones, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, declaró el estado de emergencia y el toque de queda en varias regiones del país. En los días posteriores, los militares tomaron las calles. Esto no se veía desde la dictadura de Pinochet. Ante ello, los ciudadanos alzaron su voz de protesta. La plaza Italia se convirtió, entonces, en el símbolo de la indignación. Concentró a miles de personas de todas las edades, que, con pancartas, música y desfiles, exigían la renuncia del presidente y el cambio de Constitución. La avenida Providencia y otras calles cerca de la plaza Italia fueron el campo de batalla entre los jóvenes estudiantes y los Carabineros (policía), quienes no dudaban en disparar sin discreción. Hubo muchos heridos entre ciudadanos, policías y periodistas (nacionales y extranjeros), así como también locales incendiados en varias zonas de la capital chilena. El Instituto Nacional de Derechos Humanos identificó 19 personas fallecidas, casi 2.500 habían resultado heridas y 2.840 habían sido detenidas. Además, denunciaron casos de torturas y otras vejaciones por parte de las Fuerzas Armadas y del Orden.
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