El Niño costero
					La furia de la naturaleza. El Niño costero del 2017, fue un fenómeno climatológico que afectó principalmente los países de Perú y Ecuador entre finales del 2016 y mayo del 2017.
Los daños más graves se registraron en el norte del Perú: los departamentos de Tumbes, Piura y Lambayeque fueron afectados por lluvias torrenciales que provocaron inundaciones y huaicos, afectando a viviendas y áreas de cultivos en gran magnitud. La ciudad de Lima y otros distritos cercanos, no fueron ajenos a esto. Las activaciones de varias quebradas en los distritos altos de la ciudad fueron afectadas. Grandes masas de lodos y piedras arrasaron con varias viviendas y se reportaron pérdidas humanas. Incluso el río Rímac, principal afluente de Lima, se desbordó generando pánico entre los ciudadanos. Los desbordes de los ríos Chillón, Huaycoloro y Lurín; arrasaron con todo a su paso. Las zonas más afectadas fueron Carapongo, Huachipa, Chosica y Cajamarquilla. Estos distritos fueron los más golpeados por el fenómeno del niño costero. Hubo cientos de damnificados en extrema pobreza. En esos meses las escenas de sufrimiento ante la inmensa catástrofe formaban parte del día a día de los socorristas y demás miembros de rescates.  Muchas familias lo perdieron todo y quedaron con el trauma de la hecatombe. Conforme pasaron los años, algunos pudieron reubicarse a sus lugares de orígenes, otros se resignaron a la pérdida de todo y finalmente, algunos comenzaron desde cero, siempre prevenidos ante cualquier siniestro de la naturaleza.
				
				 
								


































