El Cristo de Churubamba
Antonio Robles o Toño para los amigos, lleva aproximadamente 20 años escenificando la pasión y muerte de Jesucristo. El, junto a su elenco están comprometidos en su sagrada misión: Representar lo más realista posible, los pasajes bíblicos de Jesús. Como cada año, Toño asume su papel con mucha pasión y es sometido a duras pruebas físicas. Ser azotado a latigazos, ser arrastrado por un caballo, cargar una cruz pesante y clavos de acero incrustados en la parte intermedia de los dedos en la crucifixión. Estas son las duras pruebas que pasa el actor. El cristo de Churubamba, ubicado en el departamento de Huánuco en Perú, es considerado como una de las escenificaciones más extremas y realistas de América latina. Antonio al final del último acto (crucifixión) se descompone, producto del gran esfuerzo físico actoral que representa los pasajes de penitencia de Jesucristo. Junto a él, un equipo de paramédicos lo acompaña en su recorrido. Al final del día es llevado de emergencia a la posta medica del poblado de Churubamba. Su recuperación es lenta, pero su compromiso de fe está intacto, hasta el siguiente año. Antonio Robles es profesor de arte en un colegio de secundaria en Huánuco, es un padre dedicado a su familia y siempre brinda ayuda social a lo más necesitados en su pueblo.