Chocas , el último adiós
En el kilómetro 30 aproximadamente siguiendo la ruta Lima – Canta se encuentra el poblado de Chocas, perteneciente al distrito de Carabayllo. En esta zona alejada de la capital, se ubica el único cementerio Covid que fue creado, entre marzo y junio del 2020, durante la emergencia sanitaria por la COVID -19. Ante la alta tasa de mortalidad (fallecimientos) que azoto la capital limeña, muchos cementerios coparon el límite de sus nichos. Según la ordenanza municipal de Carabayllo, el cementerio del poblado Chocas es, solo, exclusivo para víctimas por el coronavirus. Por ello se construyó en la parte más alta del poblado. La zona es desértica y pedregosa, sin embargo, muchas familias llegan de distintos lugares para visitar o dar cristiana sepultura a sus seres queridos, entre el polvo y los fuertes vientos del lugar.
Toda la zona del nuevo cementerio de Chocas, son zanjas profundas. El socavón es de 2 metros y se tuvieron que hacer con maquinaria pesada. Hasta el día de hoy, algunas lucen abandonadas a la intemperie. Se calcula un aproximado de 60 tumbas en el cementerio de chocas. La gran mayoría fue enterrada entre marzo y junio del 2020, donde, la pandemia golpeo más el país.
Llegar a la parte alta del cementerio Covid de Chocas, demora un aproximado de 15 minutos cuesta arriba, o más. La gente tiene dificultad en subir. Las personas adultas y de la tercera edad atraviesan el camino rocoso y demoran en llegar para visitar a sus difuntos.
Con el paso de los meses, los familiares de las víctimas por la COVID -19 comenzaron a adornar las tumbas de sus seres queridos, como, por ejemplo: Gigantografias, pintados de tumbas, adornos, lapidas, toldos, mayólicas, etc. Tratar de embellecer la tumba de una familiar, es una tarea difícil en una zona pedregosa y árida como el cementerio de chocas.
La gran mayoría de los fallecidos, son gente de provincia. Sus familiares, cada vez que los visitan, les traen música, comida, etc. Lo que al fallecido le gustaba en vida.
Testimonios de algunas familias que me accedieron a retratarlos y contarme las pérdidas de sus queridos.
A) La familia Valverde perdió al patriarca de la familia, don Alejandro Sandoval Valverde que fue víctima del coronavirus. Ellos son del poblado de Chocas y don Alejandro siempre vivió en ese lugar. Como no había espacio en el cementerio de Carabayllo tuvieron que enterrarlo en el cementerio covid de Chocas entre la tierra árida y las rocas.
B) Don Victoriano Espíritu Huancha, no encontró a tiempo cama UCI en el hospital Dos de Mayo y falleció a los pocos días. Su hija (la de la foto- chompa negra y buzo azul) no pudo encontrar un sitio donde enterrarlo en el cementerio de Puente Piedra. Por oídos de amigos se enteró del cementerio en Chocas y tuvo que darle cristiana sepultura en ese lugar. Ella esperara un año, para poder trasladar a su señor padre a otro cementerio. Todos los fines, ella su esposo y sus hijos lo visitan y cuando se van, le dejan su copa de calientito (ron), A don Victoriano Espíritu, le gustaba eso en vida.
C)La pandemia no solo trajo un sin número de fallecidos, también afecto enormemente el lado económico de las personas, tal es el caso de Jacinto Fuertes, de 67 años, que trabaja abriendo zanjas en el cementerio covid de Chocas. “yo tengo que buscar la manera de cómo llevar el pan a la casa, es por eso que acá sale algo. Trabajo es trabajo y vengo a trabajar acá", dice Jacinto.
D) La familia Briceño (hijos y nietos) vienen una vez al mes a visitar a la abuela, doña María Elena Briceño, quien falleció por falta de oxígeno. Son una familia numerosa y casi todos fueron contagiados por el covid -19.
Posdata. Algunos familiares vienen de otros distritos como Villa el salvador o Chorrillos. Ellos no encontraron espacio en los cementerios de sus distritos, la última opción fue el cementerio de Chocas. Despedirse de un familiar es doloroso para ellos, ya que, viven a distancias lejos.
Este registro grafico es la evolución del único cementerio COVID en las afueras de Lima. Hasta el día de hoy, el terreno árido y rocoso se transformó en un área donde los difuntos descansan en paz, por el momento.