Bitácora de una sociedad insegura
El crimen en el Perú, ha ido en aumento en los últimos años, hasta en este momento en lo que escribo en estas líneas. Analizando detenidamente, el sicariato y las extorsiones, fueron brotando en cada distrito de la ciudad de Lima. Tomando el poder y arrasando sin piedad las vidas de las personas. El arma, como instrumento de dominio, ha tomado el control del país, desatando el miedo colectivo en la ciudadanía. Los casquillos de balas regados cerca de las víctimas, son una advertencia de que la vida tiene un precio, si no siguen las reglas de los cobros por cupo. Según los estudios sociales, el alza de la criminalidad se debe a la corrupción en algunas entidades del estado y a la gran informalidad en el país. El gobierno de turno ha respondido con estados de emergencia y grandes megaoperativos por toda la ciudad, algunas veces con resultados favorables. Los asesinatos por cobros de cupo y extorsiones se están convirtiendo en el pan de cada día. La sociedad es un campo de guerra entre bandas y nosotros estamos en el medio de una incertidumbre sin ninguna luz de sobrevivencia.





























