Arantxa
“Ara”, como le dicen sus amigos, es una campeona de gimnasia rítmica. Baila desde hace 11 años y en ese transcurso de tiempo construyo un carácter perseverante. Su madre, de carácter firme como “Ara” la alienta en su desarrollo y trabajo constante en la gimnasia.
Hace un año ,en una rutina de entrenamiento , sufrió una lesión en el tobillo derecho…ella ,no pudo continuar. Los huesos del ser humano es un sistema de mecanismo, si una pieza se sale o se daña, se pierde el equilibrio total de funcionamiento. “Ara” de contextura delgada y gruesa formada por las constantes piruetas en el gimnasio, decidió no rendirse y participar en el Campeonato Panamericano, obteniendo así una medalla de plata y saliendo en una silla de rueda con el pie hinchado de dolor.
Arantxa Cortez se prepara aún más para los próximos juegos panamericanos en noviembre de este año. El día comienza asistiendo al colegio y cumpliendo con sus tareas. Por la tarde recibe una serie de agujas de acupuntura para tensionar los ligamentos del tobillo y por la noche fortalece sus músculos, especialmente el de las piernas, en el gym, y esto sucesivamente, cada día. Para Arantxa Cortez no existe la palabra rendirse, para “Ara” existe la palabra “todo se puede con esfuerzo”.